lunes, 23 de febrero de 2009

El suelo en la Zona Metropolitana

Los suelos que caracterizan esta región son: feozems (37 por ciento), regosoles (16 por ciento), vertisoles (14 por ciento) y luvisoles (8 por ciento). Los andosoles (8 por ciento) están formados por cenizas volcánicas, de modo que están asociados con montañas. La capa superficial es muy suelta y abundante en materia orgánica; con cierta frecuencia hay una capa endurecida con drenaje deficiente que hace al suelo susceptible a la erosión. Desde que estos suelos están distribuidos tanto en climas templados como en tropicales su uso varía significativamente; el uso forestal debe ser el preferencial debido a que tienen algunas limitaciones para la agricultura: retienen P y son relativamente ácidos desarrollando toxicidad de Al; además su cultivo no es posible debido a las pendientes empinadas. Los andosoles se presentan principalmente a lo largo del eje volcánico del país. Otros suelos presentes en menores proporciones son cambisoles (4 por ciento), calcisoles (4 por ciento) y leptosoles (4 por ciento). Otra unidad de suelo importante son los planosoles, los cuales son raros en México y se encuentran principalmente a lo largo de ríos y estuarios; su formación requiere de estaciones alternadas seca/húmeda muy marcadas. Poseen una capa impermeable cercana a la superficie del suelo, ocasionando inundaciones durante la estación lluviosa llevando a una descomposición retardada de la materia orgánica. Estos suelos son pobres en N, K y Ca y tienen un uso agropecuario muy limitado. Los castañozems, también presentes en la región, solo ocupan 2 por ciento del área.

Ivonne

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